Reuniones por aquí y allá, atender el teléfono, prisas... Hay momentos en los que tú cuerpo (y tu mente) te dice que necesita parar. Así que hoy puse el freno, aunque sólo durante unos minutos, para relajarme. Me convencí que necesitaba un respiro, un momento de tranquilidad para estar relajada y cómoda, llegue a casa y esto fue lo que hice:
1. Me puse ropa cómoda,
2. Encendí la radio y sintonicé una emisora de música suave.
3. prendí una vela de mi color favorito con aroma a vainilla siempre me alivia el estrés.
4. Deje mi mente en blanco, mientras miraba fijamente la luz de las velas.
5. Queme incienso y disfrute del olor.
6. Por último, un buen baño y descanse por una hora
Esta pausa de una hora me renovó las energías. Y a ti, que te quita el estrés?.
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